La Inspección de Trabajo de Bizkaia ha determinado que la empresa Verter Recycling conocía el «riesgo inminente» de derrumbe en Zaldibar. Así lo ha indicado en un informe que ha entregado al juzgado de Durango.
En el texto han señalado que la empresa propietaria del vertedero conocía que el terreno en el que se asentaba estaba en «riesgo inminente» de derrumbe y no tomó medidas. Esta es la conclusión del informe que recoge la investigación sobre el accidente laboral que ocurrió en Zaldibar el 6 de febrero de 2020 en el que fallecieron Alberto Soraluze, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado mes de agosto, y Joaquín Beltrán, cuyos restos se siguen buscando entre los escombros.
El informe encuentra que existe una «relación causal» entre estas muertes y el «incumplimiento» de las obligaciones de la empresa en protección de seguridad y salid laboral», lo que supone una «infracción muy grave», por lo que popone una sanción de 300.000 euros. Y es que según Trabajo, la empresa desde el 3 de febrero «tenía conocimiento de la aparición de diversas grietas en el vertedero» por lo que varios técnicos estuvieron en Zaldibar los días 4 y 5 y recomendaron realizar un estudio. El mismo 6 de febrero un ingeniero de Geyser advirtió a la empresa de un desplazamiento «anormal» en el frente del vertedero y recomendó «paralizar los trabajos de excavación. Trabajo recalca que la empresa «no ralentizó la actividad» y «tampoco informó a los trabajadores».