El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia trabaja en un proyecto pionero que busca nuevos contaminantes presentes en el agua de consumo para depurar, más si cabe, el líquido elemento que lleva a los grifos de más de un millón de vizcainos cada día. Contaminantes la mayoría de ellos producidos no por la naturaleza –esos están más que controlados–, sino por el propio ser humano, razón por la cual ahora mismo no hay capacidad para detectarlos al no haber sido antes analizados.
El proyecto ha sido bautizado como emerGEN y quiere rastrear también Contaminantes de Preocupación Emergente (CEC, por sus siglas en inglés), por ejemplo, bacterias y genes resistentes a antibióticos en aguas de abastecimiento. Todo para evaluar su posible presencia, así como para valorar qué efectos biológicos asociados tienen, tanto para el medio ambiente como para la salud humana.
La investigación arrancó en septiembre de 2020 pasado con un horizonte de trabajo de dos años y un presupuesto de casi 490.000 euros.
Desde hace varios años, el uso generalizado de productos farmacéuticos, aditivos en los alimentos o productos industriales y cosméticos tiene un impacto cada vez mayor en la calidad de los recursos hídricos disponibles.