Hace apenas 40 años Bilbao era una ciudad completamente distinta a la que se ve a día de hoy. Era una ciudad en la que se respiraba humo de las fábricas que rodeaban la ría y el tránsito de barcos de cargamento era incesante. Pero esa transformación se dio en tan poco tiempo que mucha gente se sorprende de lo rápido que Bilbao se convirtió en una ciudad turística. Todo ello ha sido posible gracias a la creación de edificios como el museo Guggenheim, la reconversión del Palacio Euskalduna en un edificio cultural o la actual transformación del barrio de Zorrotzaurre.
Antoni Muntadas, un artista internacional multimedia catalán, recoge esta transformación a través de los años en La ciudad vacía, una exposición que presenta el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Un trabajo de nueva creación que Muntadas ha realizado por encargo del museo e iniciado en el 2018 que tal y como afirma Miriam Alzuri, conservadora de arte moderno y contemporáneo, “el interés principal del trabajo de Muntadas fue abordar la ciudad de Bilbao y su arquitectura”.
Por ese motivo, la obra consiste en tres trabajos audiovisuales acerca de la ciudad de Bilbao, más concretamente en la transformación de la arquitectura bilbaína de las últimas décadas. Aunque no solamente hace referencia a su construcción, sino que durante los 2 años de trabajo Muntadas planteaba la idea de grabar en un Bilbao vacío de turistas, y casualmente, en 2020 esa oportunidad apareció de la nada y tal y como asegura Alzuri “aunque la pandemia fuese un elemento de sorpresa Muntadas lo ha vivido como una oportunidad para el proyecto y Vacuum/Plenum , Vacío/Lleno, es el ejemplo de ello”.
Una proyección de 22 tomas de la ciudad grabadas desde el Ayuntamiento hasta Zorrotzaurre, situadas en paredes opuestas que muestran las dos caras de la pandemia: la oscuridad, Vacío, y la luz, Lleno. “En cuanto entras en la sala te das de bruces con Vacío, que está grabada en blanco y negro y sin sonido. Pero si te decides a dar la vuelta a la pared te vas a encontrar con las mismas imágenes en color y con sonido; en el que podrás percibir parte de una conversación de dos amigas o un niño jugando con su patinete por Abandoibarra”.
Alzuri confirma que para poder disfrutar de esta proyección en concreto “hace falta tiempo, hace falta dejarse llevar por la proyección” debido a que está acompañada por unas pequeñas frases del escritor alemán de finales del siglo XIX, Walter Benjamin, que al igual que Muntadas reflexiona también sobre la ciudad y sobre la forma en que la ciudad es ocupada por las personas.
La ría ha sido la gran protagonista de la transformación de Bilbao y Muntadas ha sabido percibirlo y reflejarlo es sus obras gracias al cuadro La ría de Bilbao de Darío de Regoyos, expuesto en el museo y pintado en 1910 que muestra como la zona de Deusto deja de ser “la huerta de Bizkaia” y se va transformando en una zona llena de construcciones. Según asegura Alzuri en una de sus visitas a Bilbao Muntadas tuvo la oportunidad de ver el cuadro y se interesó mucho por el debido a que le ayudó a entender la importancia que tenía la ría para la ciudad.
Esa comprensión se ve reflejada en la obra On traslation: la ría, En transformación. La ría. Una obra que ofrece un doble recorrido, acompañado de imágenes y música, en la que se muestra el recorrido de la ría de Bilbao a través de Google Earth con una postposición sonora que incluye dos audios: uno gracias al recorrido que ofrece Bilboats, y el otro, de la mano del arquitecto Iñaki Uriarte, que muestra el mismo recorrido, pero narrando la arquitectura de la zona y los cambios que ha sufrido la ría en dicho ámbito en los últimos años.
La tercera y última obra, sobre Bilbao, que compone esta exposición tiene relación con un término utilizado por el autor “memoria anticipada”. El concepto plantea que en los acontecimientos ocurridos en el pasado está contenido el presente y que dichos acontecimientos, algunos fortuitos y otros buscados, como es el caso de las inundaciones de 1983 o la construcción del Museo Guggenheim, han dado como resultado la ciudad.
Suntsiketa/Eraikuntza, Construcción/Destrucción, es un trabajo complementario a los dos primeros. Tal y como dice Alzuri, “la instalación es una progresión que te lleva a una reflexión final contenida en Suntsiketa/Eraikuntza”. Una proyección de imágenes actuales con anteriores, que a veces no son perceptibles, y que “cuesta mucho reconocer los elementos de la ciudad que va mostrando”. El trabajo se complementa con un audio de dos bertsolariz, que fueron invitados días antes de la inauguración, que improvisaron bertsoz a medida que veían las imágenes.
Pero la exposición no solamente es una oportunidad para conocer Bilbao desde otro punto de vista, sino que ofrece también la oportunidad de viajar a Venecia, a Finisterre y a Guadiana gracias a los tres trabajos complementarios de la exposición, o como los llama Muntadas “pies de página”. Aunque Alzuri asegura que no son trabajos fundamentales para entender Bilbao por mucho que tengan el mismo hilo conductor, en este caso el mar en el caso de Finisterre o el río en el caso de Venecia y Guadiana.
Son dos los motivos por los que se percibe claramente que se tratan de trabajos independientes: el primero, a diferencia de La ciudad vacía, que se proyecta en las paredes a través de video proyecciones, estas se proyectan en pantallas de plasma. Y el segundo, por que como dice Alzuri “funcionan como una nota, un toque de partida para que el público que se acerque a la exposición se ponga en contexto y le permita situar el nuevo trabajo de Muntadas creada para el Museo”.
Creada para el museo, eso es lo que ha subrayado Alzuri debido a que Muntadas es un autor que siempre establece una relación de trabajo previo con los encargos que realiza. Asegura que se niega a ser como un artista que llega de fuera e impone un proyecto que no tiene que ver con el contexto en el que va a ser visto, analizado y respetado.
Ese es uno de los motivos por los que es “una oportunidad excepcional” para contemplar el trabajo de Muntadas. Porque “se trata de un trabajo bellísimo desde el punto de vista técnico” además de ser un trabajo muy cómodo de ver debido a que se han instalado bancos en la sala para que “el público pueda percibir a conciencia el trabajo que hace con las imágenes”.
Pero el motivo principal para que el público se anime a ver la exposición, según ha recalcado Alzuri es porque al público que no es de Bilbao le va a mostrar parte de como ha surgido la ciudad y de como ha sido su transformación urbana, debido a que desde fuera no se percibe muchas veces más allá de la conversión que ha sufrido a ciudad de servicios. Pero, por otra parte, asegura que para el público de la ciudad también será una experiencia enriquecedora debido a que les va a permitir aproximarse a un punto de vista muy distinto al que están habituados; porque aunque aparezca una ciudad que se reconoce lo hace desde una mirada “muy novedosa, muy poética de Bilbao”.