Los vascos se consideran personas tolerantes. Al menos obtienen casi 73 puntos sobre 100, en una escala de apertura a la diversidad social. Eso sí, sigue habiendo discriminaciones y se registra una mayor resistencia hacia las personas gitanas y extranjeras.
Es lo que refleja el estudio Discriminación y diversidad en Euskadi, elaborado por Ikuspegi, observatorio vasco de inmigración, que señala que la sociedad tiene “actitudes positivas hacia la diversidad, aunque queda trabajo por hacer”. En este sentido, el 24,4% de los vascos confiesa haber sido discriminado en algún momento de su vida”, un porcentaje que aumenta hasta el 29% en el caso de las mujeres. Los motivos más mencionados son los relacionados con ser mujer, el origen o la edad.
En general, la sociedad vasca se caracteriza por una menor presencia de la discriminación, pero existen algunas actitudes menos tolerantes hacia dos colectivos, gitanos y extranjeros, los que tienen también más dificultades para acceder a una vivienda.