95.000 parejas se divorcian en España cada año, de ellas poco más de 3.500 en Euskadi, comunidad que tiene la tasa más baja de disoluciones matrimoniales junto con Castilla y León y Extremadura (1,8 por cada 1.000 habitantes).
En un verano como el de ahora pero de hace 40 años, cuando se legalizó el divorcio en España, las parejas que decidieron dar por finalizada su unión fueron diez veces menos y aquí el 39,6% lo hicieron de mutuo acuerdo, frente al 46% del resto del país.
Aquel año de 1981 el BOE publicaba la ley que permitía acabar con las uniones para toda la vida sin necesidad de recurrir a un tribunal eclesiástico para iniciar un procedimiento de nulidad matrimonial.
162 diputados votaron a favor de la norma en el Congreso, 128 en contra y 7 en blanco.