La Guardia Civil ha liberado multitud de pulpos vivos, que en total pesaban 265 kilos, que estaban atrapados en nasas ilegales propiedad de un furtivo en la costa de Santoña, donde hace años que ya se estaba notando una gran recesión de esta especie por culpa de esta práctica.
Son tres las personas investigadas, que se enfrentan a fuertes sanciones por denuncias graves en materia de pesca. A lo largo del verano, llegó una información a los agentes que alertaba sobre la captura ilegal de pulpo en la bahía de Santoña y Laredo y se puso en marcha la ‘Operación Santolagarro’. Para capturar los pulpos se estaban usando unos objetos denominados ‘ tubos’, que realizarían el mismo efecto que una nasa. En las nasas, el pulpo se cobija a una profundidad que oscila entre los 25 y 40 metros de profundidad en fondos de arena, lecho ideal existente en esta bahía. Los agentes establecieron un operativo de seguimiento sobre el pesquero sospechoso, que fue detectado en horario de medianoche realizando la pesca ilegal.