La Diputación Foral de Bizkaia ha finalizado los trabajos de rehabilitación integral del puente giratorio de Ondarroa, y hoy viernes lo pone en servicio. De este modo, el puente vuelve a estar a disposición de la ciudadanía para cruzar de una a otra orilla de la ría, entre la Alameda y la playa de Arrigorri.
Para recuperar su funcionalidad la Diputación ha invertido 1.296.530 euros los trabajos de rehabilitación del puente. Estos trabajos comenzaron en junio de 2019 y se han realizado sobre todos los elementos del puente; las dos estructuras metálicas móviles, sus respectivos mecanismos de giro y los dos pilares. Así mismo, para reforzar la seguridad, se han consolidado y renovado los suelos de madera de la pasarela con un tratamiento antideslizante, y las barandillas cuentan con una malla antiescalable de la que no disponía anteriormente. La actuación se ha completado con la urbanización de los enclavamientos del puente en los muelles de ambas márgenes de la ría de Ondarroa.
El director general de Desarrollo Territorial, Gorka Estebez, ha subrayado la singularidad de esta actuación, ya que el puente de Ondarroa es un elemento único en el mundo, construido hace 94 años y catalogado como Bien Cultural con la categoría de Monumento. Por ello, el el proceso de rehabilitación se ha realizado de manera minuciosa, reproduciendo con técnicas artesanales aquellas piezas que presentaban un gran deterioro causado por la corrosión y por lo tanto no se podían recuperar.
Así mismo, Estebez ha informado del plan de mantenimiento programado por el personal técnico que ha intervenido en la rehabilitación del puente, y que tiene como objetivo conservarlo en buenas condiciones. Este plan supondrá para la Diputación una inversión anual aproximada de 45.000 euros anuales en labores periódicas de mantenimiento y auscultación. La más frecuente será la de apertura y cierre del puente, que se realizará cada quince días para inspeccionar y engrasar los sistemas de accionamiento y rodadura, puesto que las piezas que los componen son las más expuestas al desgaste y la corrosión en un ambiente salino.
Así mismo, anualmente la Diputación realizará una revisión general de la estructura del puente y cada tres años procederá a la inspección de las pilas con buzos, a la comprobación topográfica y a la revisión de los enclavamientos. Respecto a la pintura que protege la estructura metálica de la corrosión, el plan de mantenimiento contempla el repintado de las barandillas cada cinco años y el repintado general de toda la estructura cada quince.