Los vigilantes de seguridad de la estación de Abando y los trenes de Renfe se han concentrado contra la «escalada de violencia y agresiones». Los 50 trabajadores exigen material de autoprotección como chalecos anti trauma y anti pinchazos y guantes anti corte y el uso de cámaras, así como realizar el servicio en parejas.
Aseguran que el lamentable suceso del asesinato de un joven de 20 años en la estación de Bilbao viene a confirmar que estos servicios son peligrosos, y quienes más los sufren son los propios vigilantes. Denuncian que salen heridos en las actuaciones, y que cada vez cuentan con menos personal. Piden ir en parejas para poder defenderse y cubrirse entre ellos y manifiestan que en horario nocturno un sólo vigilante se ocupa de la seguridad de toda la estación de Abando.
Los sindicatos piden un refuerzo de personal para afrontar esta situación, ante la que los vigilantes se ven «indefensos».
Arturo Salinas, de CCOO:
Solicitan a las autoridades una vigilancia permanente de la Ertzaintza y la Policía Municipal de Bilbao en los alrededores de la estación, ya que, según denuncian, los vigilantes sólo pueden actuar dentro pero la gente que está fuera entra para delinquir.
