Los especialistas en el tratamiento del dolor crónico subrayan que, a pesar de la magnitud del problema y el interés profesional, científico y social que supone la atención y el tratamiento de la persona con este tipo de dolor, esta patología está infravalorada o inadecuadamente tratada. Actualmente, más de siete millones de españoles (un 17% de la población) se enfrentan a esta situación. Sin embargo, tal y como apuntan los expertos, pese al gran impacto que tiene en la vida cotidiana de los afectados, el tiempo medio para diagnosticar el dolor crónico es de 2,2 años. En esa misma línea, la demora media para recibir un tratamiento adecuado que pueda remitir o terminar con el problema es de 1,6 años.
Además, debido al impacto que ha tenido la COVID-19 en el sistema sanitario, se espera que estos plazos puedan incrementarse.
Este escenario ha sido descrito durante la rueda de prensa de presentación de XVII Congreso de la Sociedad Española del Dolor (SED) por la presidenta de este congreso en Bilbao, presidenta de la Sección del Tratamiento del Dolor de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB), y anestesióloga de la UTD del Hospital Universitario Cruces, María Luisa Franco, el presidente de la SED, Víctor Mayoral, el presidente del Comité Científico, Carlos Goicoechea, y la vocal de comunicación de la SED, María de Madariaga.Esta cita médica reunirá a más de 800 especialistas en el tratamiento del dolor y contará con más de 50 talleres y sesiones científicas. El encuentro, gracias a la mejora en la evolución de la pandemia, se llevará a cabo de forma presencial, pero varias de sus conclusiones e ideas clave podrán seguirse a través de las redes sociales de la SED con el hashtag #SEDBilbao21
Ahora bien, tal y como señalan los especialistas, un tercio de la población mayor de 14 años ha sufrido la interferencia del dolor en el desempeño de sus actividades cotidianas. De hecho, tal y como muestra el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su ‘Encuesta Nacional de Salud en España’, un 41% de las mujeres y el 27% de los hombres reportan que estos episodios de dolor les afectan “bastante o mucho”. Además, también tiene un gran impacto sobre la salud mental, puesto que, según los datos de la SED, casi ocho de cada diez personas que se enfrentan al dolor crónico en España afirman encontrarse ansiosas o deprimidas como consecuencia del mismo.
Sin embargo, como ya se ha mencionado, el diagnóstico puede demorarse durante más de dos años. Por todo ello, según los resultados del estudio ‘El dolor en la enfermedad crónica desde la perspectiva de los pacientes’ que ha desarrollado la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) junto a la SED, casi la mitad de las personas que se enfrentan al dolor crónico (un 48%) están descontentos con el tiempo de espera para recibir un tratamiento y se muestran insatisfechos respecto al manejo de su enfermedad o dolor.
En el caso español, la adherencia a los tratamientos, en los mejores casos (aquellos de dolor intenso) se encuentra en torno al 50% y solo la mitad de los pacientes se encuentra conforme con el mismo. Por otro lado, los fármacos para el dolor intenso o moderado son mayoritariamente AINES (medicamentos antiinflamatorios no esteroides), con bajos porcentajes de opioides y paracetamol
A pesar de la gravedad y complejidad de esta patología, desde la Sociedad Española del Dolor han querido hacer especial hincapié en que ya se están dando pasos para mejorar la situación de todas aquellas personas que se enfrentan a esta tipología del dolor. Uno de los más actuales es que el Premio Nobel de Medicina otorgado a David Julius y Ardem Patapoutian aborda el dolor. En su caso, ambos autores han descubierto que existen receptores comunes para el dolor, presión y temperatura. “Sin lugar a dudas, este galardón va a atraer más atención hacia la investigación del dolor”, explican desde la SED. Además, han recalcado que “ocho de cada diez pacientes que experimentan dolor intenso cuentan con tratamiento prescrito”
Entre los contenidos y avances más positivos que se reflejarán en este congreso de Bilbao se encuentran que, “por fin”, el dolor crónico ha sido catalogado como una enfermedad, o que se cuenta con nuevas técnicas y mejores tratamientos farmacológicos para abordarlo. Además, a la hora de atender esta problemática, se apuesta por un tratamiento multidisciplinar con la mejor formación continuada y evidencia disponible que incorpora diversas disciplinas como: la atención psicológica, farmacológica, etc. Los especialistas también tienen grandes esperanzas en la medicina traslacional.