Un lunes más los pensionistas se han vuelto a concentrar frente al Ayuntamiento de Bilbao para exigir unas pensiones públicas dignas. Hoy han puesto el foco en denunciar los efectos de la inflación del 2,25% hasta el mes de noviembre en el poder adquisitivo de los pensionistas y los trabajadores.
Los pensionistas señalan que con el cobro de la denominada paguilla ahora en noviembre se ven compensada la diferencia entre el 2,25% de la inflación y la subida del 0,9% aprobada por el Gobierno en enero. Por su parte, la subida de los salarios en Euskadi ha sido del 0,6% de media en 2021, algo que no se revisa aposteriori. Jon Fano, portavoz de los pensionistas, explica las consecuencias para las pensiones:
Lamentan que el incremento del 9,3% de los ingresos presupuestados de las diputaciones, 1.300 millones de euros, no vayan a ser destinados a gasto social. El 28 de octubre los pensionistas se manifestarán ante el Parlamento Vasco para exigir que ese dinero se destine a sus históricas reivindicaciones como complementar las pensiones de 1080 euros, mejorar la RGI, residencias, atención sociosanitaria…