La empresa que gestionaba el vertedero de Zaldibar, Verter Recycling, ha iniciado el proceso para liquidar y disolver la sociedad, según consta ya en el registro mercantil de Bizkaia.
Casi un año y nueve meses después del derrumbe que provocó la muerte de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, la compañía ha dado paso a su desaparición, aunque tendrá que hacerse cargo de los alrededor de 30 millones de euros que costaron los trabajos de estabilización y cierre del vertedero. Los tres responsables de la empresa propietaria del pactaron en septiembre con la fiscalía y las familias una condena de seis meses de prisión, por lo que todos eludirán las penas de prisión. Los tres acusados son el dueño de la empresa, la gerente, y el ingeniero jefe. Estaban acusados de dos homicidios por imprudencia grave y de un delito contra la seguridad de los trabajadores.