El confinamiento domiciliario de 2020 provocó un drástico descenso en el número de robos en domicilios. Como era de esperar, con la inmensa mayoría de personas encerradas en sus casas, los ladrones tuvieron ese año muchas más dificultades para perpetrar los asaltos. Esta ‘anomalía’ se tradujo en un desplome de en torno al 30% en este tipo de delitos en el conjunto de la comunidad autónoma y de un 53% en Bizkaia.
Superada la etapa más dura de la pandemia, los robos en domicilios están volviendo a crecer en Euskadi. Y lo hacen a un ritmo galopante. Según los datos del Departamento vasco de Seguridad, entre enero y noviembre de 2021 se cometieron 3.897 robos, 500 más que en el mismo periodo del año anterior (un 18% más). Bizkaia (con un crecimiento del 24%) fue con diferencia el territorio en el que más delitos se denunciaron. De hecho, sumó más asaltos que las otras dos provincias juntas, a pesar de que las estadísticas de Gipuzkoa son las únicas que no se han visto adelgazadas por el ‘efecto covid’.