El centro tecnológico AZTI ha participado en el desarrollo de un nuevo método genético que permite garantizar la procedencia de los mejillones. Se trata ni más ni menos que de una PCR para asegurar que un mejillón es de donde dice ser-
No se trata de detectar el coronavirus en un mejillón. Las pruebas de PCR son una fórmula muy eficaz para el diagnóstico de enfermedades infecciosas, pero su utilidad trasciende el ámbito sanitario. El estudio tiene el objetivo de luchar contra el fraude y concienciar a los consumidores sobre la importancia del etiquetado de los productos pesqueros. Los investigadores identificaron miles de marcadores genéticos y evaluaron su utilidad para la caracterización geográfica de muestras recogidas en áreas de cultivo del Atlántico, el Mediterráneo y del Pacífico Sudeste. Los resultados mostraron una clara diferenciación entre las poblaciones de mejillón cultivadas en el Atlántico y las cultivadas en el Mediterráneo.