Tras un año sin carnaval por la pandemia, el festival ha devuelto los disfraces y la sonrisa a Bilbao durante nueve días. La Comisión Mixta de Fiestas de Bilbao ha destacado la gran afluencia de público que ha salido a la calle a disfrutar de la programación.
El carnaval empezó el pasado jueves bajo el sonido de las coplillas como se viene haciendo en la villa desde el año 1515. La música dio paso al viernes con los tradicionales Farolín y Zarambolas.
Los niños también pudieron por fin reírse a carcajadas con una programación llena de talleres como la actuación de Txirri, Mirri eta Txiribiton y los gigantes de Ondalan. Los mayores se divirtieron en la noche con por ejemplo Bocabeats Comedia en la Plaza Nueva. Los carnavales pusieron su broche final con el mítico entierro de la sardina bajo lágrimas y fuego.