Los precios se disparan hasta el 9,8% en marzo, la mayor subida desde 1985. Esta situación responde sobre todo al incremento del coste de la luz y los carburantes, pero la cesta de la compra también ha experimentado un aumento importante. La guerra de Ucrania ha encarecido aún más los productos energéticos que ya venían marcando tasas récord desde antes de que comenzara el conflicto y la huelga de los transportistas también encarecieron productos que fueron más escasos esos días en los supermercados, como el aceite o la leche.
El mayor ascenso lo ha registrado el sector de vivienda, donde se incluye el impacto de la electricidad, con un 7,7% en marzo, pero que deja el ascenso sobre el año pasado en un 34,5%. El transporte acusó un 12,1% de incremento de precios el mes pasado, lastrado por los combustibles, lo que supone un 17,4% de incremento interanual. La alimentación, el otro sector que escapa al cálculo de precios suyacente, escaló en el último año un 6,8%, una décima más que el mes anterior.