El Ayuntamiento de Santurtzi ha comenzado las obras de mejora en la parte final de la calle Jenaro Oraá, confluencia con avenida Murrieta, unos trabajos que permitirán mejorar la accesibilidad en el entorno, la iluminación y el saneamiento y red de abastecimiento existente.
Estas obras, presupuestadas en alrededor de 400.000 euros, comenzaron hace escasas semanas y concluirán en el primer trimestre de 2023. Con ellas, se dará solución tanto al mal estado de los pavimentos en la zona, como a todos los servicios existentes en la misma, tratándose de unos trabajos globales. Así, en cuanto a la red de saneamiento existente, se hará una remodelación integral de la misma, mismo proceder que se llevará a cabo en la red de abastecimiento de agua potable.
Por su parte, en cuanto al alumbrado, está prevista la sustitución de las actuales luminarias por otras de tecnología led, y reforzando otras zonas con nuevos puntos de luz, para mejorar la seguridad del entorno, como en el caso de Murrieta 56, donde, con esta actuación, se eliminará uno de los puntos negros del municipio. “En esta zona hay un muro de contención que impide la visibilidad de los viandantes, y al rebajarlo en altura, se eliminará esa inseguridad que había hasta el momento”.
En el ámbito de la accesibilidad, estos trabajos tienen una alta relevancia, debido a que se trataba “de un entorno totalmente inaccesible para personas con movilidad reducida, con numerosos tramos de escalera, pendientes muy pronunciadas y tramos de acera sin pavimentar”, ha añadido Urkijo. Así, con esta intervención se hacen todas las aceras accesibles, con un mínimo de dos metros de ancho, y generando asimismo tres nuevos pasos de cebra en el entorno, los cuales mejorarán los itinerarios peatonales y el tránsito de los vecinos y vecinas, entre Jenaro Oraá y la avenida Murrieta.
La remodelación de esta calle se ha venido ejecutando por parte del consistorio de forma faseada. Así, tras haber concluido los trabajos de estas dos primeras fases, es ahora el momento de acometer este tramo final, para el cual es necesario un movimiento de tierras importante, puesto que la rasante actual se ve afectada, bajando su cota actual.