El pleno municipal de Bilbao acaba de aprobar la modificación del Plan Especial de Rehabilitación Urbana del Casco Viejo, que sustituye al anterior, de 1991, y se adapta así a las exigencias de la Agencia Vasca del Agua, el Centro de Patrimonio Cultural Vasco o la Dirección General de Costas, entre otras.
Con humor por una parte y con indignación por otra, la cámara municipal ha aprobado con mayoría absoluta la modificación del plan que interviene la reorganización urbanística del centro histórico de la villa, elaborado por Surbisa (la sociedad municipal que se encarga de las reformas urbanísticas). Un plan de regeneración que vence, pero no convence a la oposición, puesto que solo PNV y PSOE han votado que sí; mientras que PP y Bildu se han abstenido y Podemos ha votado en contra. Entre otras alegaciones, la portavoz de Elkarrekin Podemos, Ana Viñals, ha expuesto que este plan «no protege como es debido al vecindario del barrio». A lo que el concejal de Urbanismo, Asier Abaunza, ha respondido lo siguiente.
Quedan redefinidos los límites del Casco Viejo, y su adaptación del Plan General ha obligado a redelimitar el ARI del
Casco Viejo y a redefinir sus límites. Concretamente, se ha extraído del Plan Especial a la Estación de la Concordia, el cementerio de Mallona e incluido la Escuela de Música de Solokoetxe.