Y no va a ser una electrolinera común. Gracias a un convenio firmado por Iberdrola y Porsche, los ocho puestos que se habilitarán tendrán capacidad de recarga ultrarrápida, de potencias desde 180 kW hasta 350 kW en corriente continua. Eso significa que se pueda colmatar la batería de un coche en poco menos de un cuarto de hora, casi el mismo tiempo que el abastecimiento de carburante para un vehículo medio de motor de explosión en una gasolinera.
Una instalación puntera y que no tiene nada que ver con los habituales puntos standard donde se tarda aproximadamente una hora en cargar suficiente energía como para recorrer unos 50 kilómetros de distancia.
La puesta en marcha de estos ocho surtidores express es una iniciativa del propio centro comercial inmerso “en una política de iniciativas medioambientales de todo tipo que consigan reducir en la medida de lo posible la huella de carbono del centro”, indicaron ayer a este periódico fuentes de la gerencia de Bilbondo.