Como cada año, Euskadi recupera la costumbre de acoger niños y niñas desfavorecidos. En el caso de Durango, 25 niños y niñas saharauis han llegado al municipio para disfrutar de las vacaciones junto a sus familias de acogida y en los campamentos organizados por las asociaciones Río de Oro y de Hamadako Izarrak.
Así es. Después de dos años en blanco, los y las saharauis menores vuelven a pasar el verano con sus familias de acogida en Durangaldea. Durante su estancia, los y las txikis realizan los debidos exámenes médicos difícilmente ejecutables en el campamento del Sáhara, además de refrescarse durante dos meses en los que en su tierra natal se superan fácilmente los 40ºC. Por su parte, la alcaldesa de Durango, Inma Garrastatxu, ha subrayado el compromiso del municipio con el pueblo saharaui, «más aún», dice, a raíz del giro político del gobierno español en materia del conflicto con Marruecos.