La sumisión química, conocida como «el pinchazo» a mujeres suma con las dos denuncias del pasado fin de semana en Azpeitia un total de 14 casos en Euskadi, todos en ambiente festivo, que ya están siendo investigados por la Ertzaintza.
Decía Hobbes que «el hombre es un lobo para el hombre». Y no parece que tenga solución. Porque los pinchazos solo son primos hermanos de burundangas, ansiolíticos y etanoles que se disfrazan como un perverso Mortadelo por un mismo fin y con un denominador común: el hombre -en el más homínido sentido de la palabra- violador. Ante el indecente auge de denuncias por pinchazos en Euskadi, que ya suma 14 en tan solo 15 días hemos salido a la calle para conocer vuestra opinión y esto ha sido lo que nos habéis contado.
Demostremos tener algo de sensatez y que en nuestras fiestas lo único que se pinche sea buena música. No lo duden, ante la sumisión química, insumisión.