Primero fue el papel higiénico, con la llegada del confinamiento; luego el aceite, con la invasión de Ucrania, y ahora le toca el turno al hielo. El desabastecimiento empieza a llegar a Euskadi, donde algunos supermercados han empezado ya a limitar su compra a una bolsa por persona.
La hostelería del territorio parece estar a salvo de momento ya que, la mayoría cuentan con máquinas propias que producen el hielo. La situación empezó a gestarse en primavera, cuando la industria empieza a producir y almacenar cubitos de hielo para responder a la demanda de verano. Debido al incremento de los costes, no se almacenaron las cantidades habituales otros años. La llegada de la primavera, la primera en dos años sin restricciones, trajo consigo un estallido de la actividad social, como festivales y salidas de ocio en general, lo que incrementó la demanda. Y ahora, con las fiestas de las capitales vascas y la necesidad de cubitos para enfríar las bebidas, la cosa parece que puede empeorar.