Ha muerto Mijail Gorbachov y con él, el último aliento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, o lo que es lo mismo, la URSS. Tenía 91 años y arrastraba una larga enfermedad. Se cierra así una de las páginas más tensas y dramatizadas de la historia reciente del mundo.
Mijail Sergeyevich Gorbachov nació en el sóviet de Stávropol, un 2 de marzo 14 años después de la revolución de 1917. Criado en el seno de una familia campesina, empezó a jugar a la ruleta rusa de la política comunista, ingresando en el partido a los 15 años. No se sabe si fue por aquello de la Mancha, pero fue tachado de Don Quijote por soñar con un nuevo modo de entender el Kremlin. Le puso los cuernos al totalitarismo y abrió la ventana al mundo al concebir la «perestroika» y el «glasnost», ráfagas de libertad y aperturismo en el más opaco silencio de la URSS. Simpático bonachón para unos, traidor para otros, ha dejado un legado político y cultural intachable. Hoy, un día después de su pérdida, hemos salido a la calle para examinar los conocimientos en torno a la figura de Gorbachov.