Hoy arranca la obra para convertir la calle Rodríguez Arias en un gran eje comercial. Un proyecto que va a hacer ganar espacio para los peatones y se le va a quitar a los coches. El objetivo es construir un entorno más amable, y dinámico.
Un entorno que invite a ir de compras, a pasear por ahí y a pararse en los escaparates. Incluso se plantea que en ciertos momentos específicos, por ejemplo en tiempo de rebajas, se pueda cerrar la calle totalmente al tráfico. En esta primera fase de obras se va a actuar en el tramo entre Alameda Rekalde y la plaza Campuzano. La idea es que en un futuro esta nueva imagen se extienda por toda la arteria, como si fuese una segunda ‘Gran Vía’, que discurre paralela. Como se trata de una iniciativa que busca el fortalecimiento de la actividad comercial en zonas turísticas ya tiene adjudicada una partida de los fondos europeos, que aportan 619.000 euros.