Estas inversiones han permitido que prácticamente se hayan alcanzado los objetivos europeos del extensión de depósitos para separar la fracción orgánica del cubo de la basura a todos los municipios del territorio. Ello, unido al desarrollo de campañas de sensibilización y comunicación, ha repercutido en un incremento de la recogida de biorresiduo, que el año pasado alcanzó las 13.738. La tasa de recogida en la fracción orgánica mantiene su tendencia al alza de los últimos ejercicios y se sitúa actualmente en el 2,8%, cinco décimas por encima del porcentaje registrado en 2020.
Actualmente, la red de contenedores para la fracción orgánica está compuesta por cerca de 4.000 unidades en todo el territorio, alcanzando así una ratio de aproximadamente un contenedor por cada 290 habitantes. El propósito de la Diputación en este sentido es alcanzar una cobertura total del sistema de recogida selectiva de la fracción orgánica el próximo año, para cumplir con los objetivos normativos.