Los ayuntamientos vizcaínos se repartirán el año que viene algo más de 1.000 millones de Udalkutxa, el fondo de financiación municipal que distribuye la Diputación en base a sus previsiones de recaudación. Se trata de una cifra récord que fue aprobada ayer miércoles por el Consejo Territorial de Finanzas, organismo de coordinación en el que participan el Gobierno foral y representantes de los consistorios. El dinero, la base en torno a la que las entidades locales conformarán sus presupuestos para 2023, crece casi un 11% respecto al presente ejercicio, en el que han percibido 910 millones.
La cifra será actualizada en febrero, cuando la Diputación liquide sus Cuentas de 2022, pero vistos los datos de recaudación que está generando el auge de los precios a cuenta de la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania -la diputación ha elevado sus ingresos tributarios hasta septiembre un 11%- todo hace indicar que el fondo Udalkutxa en ningún caso será revisada a la baja. A la cuantía anunciada debe añadirse además otros 9,42 millones a través del Fondo de Servicios Sociales y 1,3 más del Pacto de Estado contra la violencia de género