El Teatro Arriaga acoge pasado mañana miércoles,
26 de octubre, un nuevo estreno teatral. Se trata de la última producción del
Laboratorio Teatral de Pabellón 6 y de la Gazte Konpainia, de título Love &
Money, una adaptación al euskera de la estupenda obra de Dennis Kelly. Ha sido
Idoia Barrondo la responsable de llevar al euskera el lenguaje crudo y a la vez
cargado de ironía e incluso socarronería, tan características de Kelly, y su resultado lo
podremos ver esta semana en este interesantísimo montaje teatral dirigido por Cécile
Marquette.
Es la primera vez que Pabellón 6 apuesta por ofrecer una producción únicamente en
euskera. Tras su estreno en el Teatro Arriaga, la obra encontrará allí su sede a partir
de la semana que viene, desde el 4 de noviembre hasta el día 27 del mismo mes,
concretamente.
Un elenco de cinco intérpretes defenderá sobre el escenario Love & Money, una pieza
que, con crudeza y al mismo tiempo con humor, invita e incita a reflexionar sobre la
sociedad de consumo y la violencia del neoliberalismo. Ugaitz Alegria, Aitor Echarte
Merino, Eneritz García Alonso, Miriam K. Martxante y Aiora Sedano llevan a
escena una historia que sitúa ante el público a una pareja endeudada y nos muestra
su descenso a los infiernos para cuestionarse qué queda del amor en una sociedad
obsesionada con el dinero.
La directora, Cécile Marquette, se vale del teatro como herramienta maravillosa para
tratar de abrir el pensamiento de las personas y animarlas a pensar en el mundo en el
que vivimos ahora. En ese sentido, destaca que leer Love & Money le conmovió por
“su capacidad para hablar de una de las realidades más brutales de esta sociedad, sin
caer en la mezquindad y el moralismo. Débiles e inmorales, víctimas y mártires, los
personajes que se escenifican son personajes de la vida cotidiana, atrapados entre
sus impulsos y las presiones de una sociedad materialista e individualista”.
Escrita en 2006, LOVE AND MONEY disecciona con humor y crueldad las derivas del
neoliberalismo y la angustia a la que hunden a sus personajes. Unos personajes tanto
vulnerables como inmorales, tanto victimas como martirizadores