La Diputación de Bizkaia rectivará en 2023 el proyecto de la variante de Rekalde, un histórico anhelo del barrio que supondrá el derribo del viaducto para soterrar la A-8 entre Masustegi y El Fango.
El Departamento foral de Infraestructuras destinará el próximo año 150.000 euros para iniciar la redacción del proyecto constructivo de un nuevo trazado cuya definición -dibujarlo, licitar y adjudicar las obras- llevará casi tres años. Dicho de otro modo, las excavadoras no llegarán a la zona antes de 2025. Así lo ha confirmado esta mañana en Juntas el diputado de Infraestructuras, Imanol Pradales
La Diputación tiene desde 2017 un plan por el que buena parte del recorrido que atraviesa Rekalde quedaría soterrado, y el proyecto está incluido en el Plan Sectorial de Carreteras. Están por delante la finalización de la ampliación de la Supersur, el cubrimiento de La Avanzada y el subfluvial de Lamiako.