Hallan en Euskadi evidencias de un perro domesticado hace 17.000 años. El grupo de Biología Evolutiva Humana de la UPV/EHU determina que un hueso encontrado en la cueva de Erralla (Zestoa) corresponde a un ejemplar que vivió en aquella remota época.
En las excavaciones dirigidas por el paleontólogo y arqueólogo Jesús Altuna en el yacimiento de Erralla en 1977, se encontró el húmero de un cánido. Una familia de carnívoros que abarca lobos, perros, zorros y coyotes, entre otros, cuyos restos son tan parecidos que resulta complicado identificar con certeza si se trataba de una u otra especie, por lo que en aquel momento no se pudo identificar. Pero ahora, el equipo encabezado por Conchi de la Rúa lo ha logrado. El análisis morfológico y genético realizado ha permitido confirmar la identificación genética de la especie como ‘Canis lupus familiaris’, esto es, un perro doméstico.