Dos años después de su última visita, cuando se
metió en la piel del dictador Trujillo de La fiesta del Chivo de Vargas Llosa, Juan
Echanove vuelve desde mañana jueves, 15 de diciembre, hasta el domingo 18 al
Teatro Arriaga con la obra Ser o no ser. Esta obra es una ambiciosa comedia que el
propio Echanove dirige y protagoniza, puesto que da vida al actor principal de la
función, un papel que en la pantalla grande bordó el mítico cómico americano Jack
Benny.
Y es que Ser o no ser es una de las grandes comedias del siglo XX. Originalmente, fue
una película dirigida por el maestro Ernst Lubitsch y estrenada en 1942, por United
Artists, en plena Segunda Guerra Mundial y apogeo del nazismo, lo cual subraya el
valor moral y comediográfico de su argumento e intenciones: demostrar la fuerza y
resistencia del teatro para desarmar la mentira y el horror; en este caso del nazismo, y
hacerlo a través del poder disolvente de la mejor comedia.
Ser o no ser trata del teatro y de los cómicos. Y ha sido objeto, en los últimos años, de
varias producciones escénicas en diversos países. El resultado es un artefacto teatral
hilarante y trepidante, repleto de diálogos brillantes, giros argumentales sorprendentes
y una gran complicidad con el espectador.
Con el soporte textual de la adaptación teatral de Bernardo Sánchez, Juan Echanove
dirige a un estupendo elenco de actores y actrices comandados por él mismo, a quien
secundan en escena Lucía Quintana, Ángel Burgos, Gabriel Garbisu, David
Pinilla, Eugenio Villota y Nicolás Illoro.
Sinopsis
Varsovia, agosto de 1939. La Compañía teatral del matrimonio Tura se instala en un
teatro para ensayar ¡Gestapo!, un obra que satiriza la amenaza mundial que suponen
Hitler y el nazismo. A la vez, representan Hamlet, cuyo verso “ser o no ser” será la
clave de un affaire extraconyugal. Pero los problemas se les multiplicarán en todos los
órdenes: las autoridades polacas prohíben estrenar ¡Gestapo! Para evitar represalias
de Hitler; lo que no impedirá que Alemania invada Polonia. Con el teatro semidestruido
por los bombardeos como centro de operaciones, los actores de la Compañía tendrán
que ingeniar una doble trama teatral, de guardarropía y suplantación, para desactivar
la entrega de un documento que acabaría con la Resistencia y para huir de Polonia a
Inglaterra, tierra de Shakespeare. Esto supone que sean ellos mismos quienes, en un
alarde interpretativo, se hagan pasar por nazis. En medio de esta peripecia, los Tura
tendrán que solventar la irrupción en su matrimonio de un joven aviador de la R.A.F.,
que ha convertido su vida conyugal en un vaudeville: aún más teatro