Un Juzgado de Bilbao ha reconocido una incapacidad permanente absoluta derivada de accidente de trabajo a un celador, trabajador de un centro sanitario, que fue diagnosticado de Covid persistente. El sindicado ELA llevó el caso a los juzgados, que, finalmente, le han dado la razón al trabajador.
Este celador sufrió una infección por coronavirus en marzo de 2020. Posteriormente, fue diagnosticado de Covid Persistente, Síndrome de Fatiga Crónica post Covid y deterioro cognitivo moderado. Como consecuencia, el trabajador sufre fatiga, mareos, inestabilidad, insomnio, niebla mental y taquicardia, así como un deterioro cognitivo que afecta a la atención concentrada y memoria de trabajo. Todo ello es «incompatible con un rendimiento laboral», según ELA. El sindicato se ha mostrado muy satisfecho con la sentencia porque «reconoce la patología del Covid Permanente que ha dejado graves secuelas a muchas trabajadoras/es».