Casi 57 millones de toneladas de alimentos se desperdiciaron en la Unión Europea en 2020, unas cifras que Bruselas se ha propuesto combatir con una batería de medidas dentro de su estrategia «De la granja a la mesa». Los últimos datos de la Oficina Estadística Europea (Eurostat) muestran que alrededor del 10 % de los alimentos que se producen en la UE se pierden por el camino, tanto en la distribución como en los servicios de restauración y en los hogares.
Alemania fue el país donde más alimentos se desperdiciaron y Luxemburgo, donde menos. El desperdicio en España ascendió a 4,2 millones de toneladas. Ante todo ello, La Comisión Europea pretende establecer objetivos obligatorios de recorte de desperdicio de alimentos en la UE para finales de 2023, así como actualizar las normas que fijan la fecha de caducidad o el periodo preferente para el consumo de los productos.