BBK ha terminado la dotación del fondo de reserva con dos años de antelación del límite fijado por el regulador. De este modo, sigue manteniendo el poder de Kutxabank , principal empresa de servicios que da empleo a más de 6.000 familias en Euskadi.
La fundación estaba obligada a crear un fondo de reserva de más de 200 millones de euros, para poder garantizar el rescate del banco, ante una situación en la que fuera necesario. BBK optó por continuar como accionista de Kutxabank en vez de desinvertir. Un estudio de la Deusto Bussiness School asegura que la decisión de no salir a bolsa, consiguió que la empresa no perdiera 2 millones de euros. Escuchamos a Xabier Sagredo, presidente de BBK: