La mitad de las familias vascas han cuestionado su capacidad para criar a sus hijos. Según datos del último estudio del grupo Chicco que ofrece una visión general sobre la diversidad familiar en el que se interesa por la realidad de las familias que residen en Euskadi.
El estudio se ha interesado por todas las variables que entran en juego en la crianza del bebé, desde sus motivaciones para tener un hijo o hija, sus preocupaciones, así como sus renuncias o temores y el apoyo recibido de su entorno o instituciones. Los datos son claros, 45% sitúa “el deseo de formar una familia” como principal motivo, el “haber querido siempre tenerlos” se coloca en segunda posición (39%). Por último, el 4% lo atribuye a un deseo de su pareja y el 2% a una Hoy en día, la sociedad pone presión sobre todos ellos y la manera en la que ejercen su maternidad o paternidad. Y eso que la conclusión es clara, no existe un modelo definitivo, cada uno debe tener la posibilidad de ejercerla de manera libre y sin presiones.
