Los bancos de alimentos se vacían. Y es que el aumento de precios pone en peligro la ayuda a los más necesitados. La subida de la inflación ha afectado mucho a estas asociaciones, que ahora con el mismo dinero puede comprar menos género.
Son demasiadas las familias que necesitan ayuda para comer y muchas las estanterías vacías y desde las asociaciones, recuerdan que la solidaridad no se va de vacaciones. Los estantes semivacios lo dicen todo, porque la gente puede comprar menos a causa de la alta inflación en los productos básicos. El precio de cosas como la leche y el aceite de oliva se ha disparado, lo que hace que cada vez se donen menos estos productos muy necesarios para la alimentación al ser casi, de lujo. Recuerdan también que cualquier donación económica es bienvenida, ya que también tienen que cubrir los gastos básicos como la luz o el mantenimiento de sus vehículos.