Concurso de pintxos de Bacalao en el Casco Viejo de Bilbao

l Casco Viejo de Bilbao acoge desde mañana viernes, 8 de septiembre, y hasta el próximo día 17 el VII Concurso de Pintxos de Bacalao de Bilbao, uno de los certámenes más exigentes de los que se organizan en el corazón histórico de la Villa. El concurso regresa al calendario gastronómico del Casco Viejo con la participación de un total de  17 locales hosteleros –bares, cafeterías y restaurantes del Casco  Viejo–  y volverá a dar, así,  un sabroso impulso en los últimos coletazos del verano.  

La Asociación de Comercios, Hostelería y Empresas del Casco Viejo de Bilbao, Zazpikaleak, organizadora del concurso, se inspira de este modo en uno de los productos más habituales en sus comercios de alimentación y en las barras de bares y restaurantes y con más tradición en Bilbao. 

Así, la cocina más tradicional se fusionará en este certamen con las recetas más vanguardistas. Aunque muchas de las recetas que seguirán los cocineros de las Siete Calles tendrán como base acompañamientos clásicos como el pilpil o a la sala vizcaína, otros muchos ya han preparado creaciones innovadoras, que pasan por aderezar el bacalao con productos tan diferentes como nueces, hongos, especias o frutas. 

Así, por ejemplo, el ganador de la pasada edición, el bar Sorginzulo de la Plaza Nueva, presentó una creativa elaboración de plan soplado relleno de guiso de bacalao y láminas de su cogote, esfera de guisante, alioli de ajo negro y crujiente de pimiento choricero, que cautivó al jurado.

Voto del público

El concurso pretende evaluar, por medio del voto de los clientes y de un jurado especializado, la calidad de este tipo de pintxos y reivindicar, al mismo tiempo, este producto tan demandado.  Un jurado especializado, compuesto por cocineros y críticos gastronómicos, entre otros, pondrá la nota a los pintxos presentados, pero los clientes también otorgarán el premio del público, un galardón muy apreciado por los hosteleros. Al igual que el jurado especializado y por medio de papeletas específicas en cada uno de los locales inscritos, los clientes podrán calificar, del 0 al 10, tres cualidades: el sabor, la presentación y el conjunto.

«En Bilbao, y especialmente en el Casco Viejo, tenemos una gran tradición de bacalao, tanto en la hostelería como en nuestras casas. Por tanto los clientes tienen una opinión muy formada«, explica el presidente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Luis Arbiol. 

Los clientes que voten, además, entrarán en un sorteo de una cena para dos personas en el Casco Viejo.  El voto del público y el especializado servirán, al mismo tiempo, como encuesta de satisfacción dentro del proceso de mejora constante de la hostelería y gastronomía de enclave histórico bilbaíno. 

Los bares y restaurantes participantes son los siguientes: Víctor Montes, Plaza Nueva, 08; Café bar Bilbao, Plaza Nueva, 06; Iturriza Taberna, Plaza Nueva, 05; La Olla de la Plaza Nueva, Plaza Nueva, 02; Toma y Daka, Plaza Nueva, 01; Bar Antxoa Taberna, Plaza Nueva, 01; La Palma, Correo, 03; Bar Restaurante El Ciervo, Askao, 07; La Ruda, Pz. Unamuno, 03; Bar Fermín, Iturribide, 04; Bar La Muga, María Muñoz, 08; Restaurante Aitxiar, María Muñoz, 08; Bar Egurre, María Muñoz, 06; Ondori Botxo, Pz. Santos Juanes, 02; Bar Isipil, Belosticalle, 21; Peña Athletic Casco Viejo, Pelota, 07; Restaurante Kasko, Santa María, 16.

 

Historia del bacalao en Bilbao

Los comerciantes y hosteleros del Casco Viejo quieren honrar, al mismo tiempo, un producto histórico en Bilbao que se convirtió en un plato esencial en los hogares fruto de una casualidad. En 1835, José María Gurtubay, un comerciante del casco histórico bilbaíno que se dedicaba a la importación de bacalao, realizó un pedido a sus proveedores en el que escribió: «Envíenme primer barco que toque puerto de Bilbao 100 o 120 bacaladas primera superior«. «Las cantidades estaban escritas en cifras y se interpretó mal la «o», confundiéndola con un cero; así que recibió en puerto un millón ciento veinte bacaladas«, recuerda la asociación de comerciantes. 

Justo en esas fechas, por «fortuna» para el comerciante, la Villa fue sitiada por las tropas carlistas y no podía entrar ni salir ninguna mercancía de la ciudad. Así que el bacalao del comerciante se convirtió en la alimentación de los bilbaínos durante aquellos meses. «El bacalao es, posiblemente, uno de los platos que mejor elaboramos la gente de Bilbao y Bizkaia, mucho mejor que en cualquier otro lado», sostiene el presidente de la asociación. 


Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.


Cover Art
0:00 0:00