Tras dos años de obras y una inversión de 7,6 millones de euros, ha concluido el proyecto para ampliar el intercambiador en el tramo Cruces-Rontegi, una de las mayores zonas de tráfico de la red foral.
Con esta actuación se ha logrado ampliar de tres a cuatro carriles la BI-30, con el fin de aliviar el intenso tráfico y mejorar la seguridad del trenzado de este nudo en el que circulan una media de 250.000 vehículos al día, procedentes de Santander, Ezkerraldea y Bilbao.
A parte de esta implantación que abarca unos 1200 metros, se ha incluido la remodelación de un paseo peatonal y de nuevas infraestructuras como sistemas de contención, pantallas acústicas y alumbrado LED.
Leixuri Arrizabalaga, portavoz de la Diputación Foral de Bizkaia.