El centro tecnológico AZTI, especializado en la investigación marina y alimentaria, ha hallado en un nuevo estudio que abarca tres décadas de datos científicos (desde 1990 hasta 2021) evidencias que demuestran la reducción del tamaño de la anchoa en el golfo de Bizkaia. Las conclusiones del estudio se han publicado en la prestigiosa revista Global Change Biology[i].
En concreto, el personal experto de AZTI ha observado una disminución evidente en la talla y en el peso medio de los individuos adultos de la anchoa europea (Engraulis encrasicolus L.). Los análisis sugieren que los ejemplares no solo son más pequeños, sino que también están adoptando una forma más esbelta.
“La disminución en el peso es ligeramente más pronunciada que en la longitud total, con tasas de reducción que en los últimos veinte años se han acelerado hasta un 25% por década”, destaca Fernando Taboada, uno de los autores principales del trabajo de AZTI.
Aunque estos cambios se asocian en parte al calentamiento de los océanos, los investigadores que han participado en el estudio sugieren una compleja interacción de factores ambientales y descartan que la presión pesquera ejerza una influencia significativa.
“Encontramos que a medida que hay más abundancia de anchoa, los ejemplares son más pequeños, pero esta relación con la densidad poblacional es menos clara en etapas más avanzadas, donde la temperatura se ha revelado como la principal causa de la disminución del tamaño”, añade por su parte Guillem Chust, otro de los autores del estudio.
“En general, el crecimiento de los peces juveniles que habitan en aguas más cálidas es más rápido que el de sus congéneres en aguas más frías; sin embargo, estas condiciones de mayor temperatura frenan el desarrollo posterior, alcanzando así un tamaño corporal adulto más pequeño, lo que se conoce como regla temperatura-talla (TSR, siglas de su nombre en inglés)”, explican los expertos.
Los investigadores han confirmado dos hipótesis ecogeográficas para evaluar a gran escala cómo cambia el tamaño de los peces cuando la temperatura del agua cambia: la primera establece que, al comparar diferentes especies de peces que están estrechamente relacionadas (por ejemplo, las especies del género Engraulis), generalmente los peces tienden a ser más grandes en aguas más frías. La segunda se enfoca en poblaciones diferentes de la misma especie. Las observaciones realizadas por el centro tecnológico revelan que, en general, los individuos de las diferentes poblaciones de anchoa de Europa tienden a ser más grandes en los mares más fríos.
Sin embargo, tal y como señalan desde AZTI, “es crucial ser precavidos, ya que el estudio se basa en observaciones y tiene sus limitaciones. Las evidencias adicionales apuntan, eso sí, a que la disminución del tamaño de la anchoa podría ser un indicador de la respuesta a los cambios del clima y del funcionamiento del ecosistema del golfo de Bizkaia”