El movimiento de pensionistas de Bizkaia y Navarra a continuado con sus actos de manifiesto en la puerta del Ayuntamiento de Bilbao. Mantienen su demanda a favor de una pensión mínima de 1080 euros en conjunto de un reclamo por un servicio de sanidad de mejor calidad.
El movimiento de pensionistas ha iniciado el mes de febrero con su habitual concentración para reclamar a los Gobiernos de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra unas pensiones públicas dignas. Para ello tienen previsto emplazamientos a todas las instituciones y un contacto persistente con las organizaciones de Álava, Guipúzcoa y Navarra. Según nos ha contado Jon Fano, uno de sus representantes, los gobiernos escucharon sus razones y reconocieron su legitimidad pese a no adoptar compromisos concretos.