Este martes, 6 de febrero, se cumplen cuatro años desde que se desplomó el vertedero de Zaldibar y cuya consecuencia más evidente fue el fallecimiento de dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze, que quedaron atrapados por el alud de residuos.
Solamente pudieron ser hallados los restos de Sololuze; nunca apareció el cadáver de Beltrán. Construido en una ladera, se estima que cayeron montaña abajo en esa zona ubicada en la muga entre Bizkaia y Gipuzkoa, 800.000 metros cúbicos de tierra y basura, el equivalente a la capacidad de 32.000 camiones llenos que, puestos en fila, llegarían desde allí hasta Zaragoza. Hasta 2050 no se regenerará del todo esa zona. Desde el Gobierno Vasco señalan que seguirán trabajando por la estabilización de la zona y porque hechos como el de Zaldibar, no se vuelvan a repetir. Bingen Zupiria, portavoz: