Las obras de la nueva variante que conectará Markina y Etxebarria en 2026 avanzan a buen ritmo. Con una inversión de 25,6 millones de euros evitará el paso de 2.600 vehículos diarios por el centro de Markina, el 50% de los coches y camiones que atraviesan el municipio en la actualidad.
La variante conectará la carretera BI-633 con la BI-2636 y se trata de un proyecto necesario, tal y como ha destacado el diputado vizcaíno de infraestructuras, Imanol Pradales.
El proyecto incluye la creación de un vial de casi 1 km de longitud, cuyo diseño incorpora un túnel de 335 metros y pasos en trinchera, garantizando así un recorrido seguro y cómodo para todos los usuarios. También contempla medidas para preservar el entorno natural. Por ejemplo, tiene en cuenta las necesidades de protección del hábitat del visón europeo, una especie amenazada.