Los agentes solicitaron la entrega controlada del paquete al Juzgado de Instrucción número 3 de Bilbao, en funciones de guardia, con el fin de identificar a la persona que realizó el pedido, y lograron identificar y detener al autor por un presunto delito contra la salud pública. Tras su puesta a disposición judicial, el juez en funciones de guardia decretó su ingreso en prisión.
El detenido contactó con el proveedor a través de redes sociales, y una vez acordado el precio a pagar pactaron que el medio de pago se realizase a través de una criptomoneda, con el fin de ocultar el rastro del abono. El beneficio que podría haber obtenido por la venta de la droga superaría los 33.000 euros.