Los Arraiz exponen juntos en Sala Ondare en Bilbao

Sala Ondare acoge la nueva exposición temporal Clemente & Jesús Arraiz, la muestra comisariada por Ander López y Alicia Fernandez responsable de Sala Ondare podrá visitarse hasta el 29 de junio. Esta exposición es en homenaje y reconocimiento a dos pintores singulares: Clemente Arraiz Inchaurregui (1873-1952) y Jesús Arraiz Ibarra (1898-1980). Nacidos en Vitoria, padre e hijo, son poco conocidos y sus obras se exponen por primera vez de manera conjunta en Bilbao, con el propósito de contribuir al conocimiento del pasado artístico vasco.

Las pinturas seleccionadas para la muestra proceden de colecciones particulares e instituciones, como el Museo de Bellas Artes de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria.

El recorrido expositivo propone un diálogo fluido entre las obras de ambos artistas, permite al espectador conocer sus temas y cualidades, apreciar similitudes e influencias mutuas o incluso, apreciar las divergencias creativas.

Arranca la muestra con retratos familiares, creados en diferentes etapas de sus carreras y en los espacios íntimos donde vivían y creaban, como el salón de la casa de la calle Olaguibel donde residía la familia Arraiz Ibarra.

A continuación se reúnen paisajes con entornos marinos, naturales o urbanos, que evidencian, entre otras cosas, la influencia de Clemente sobre Jesús Arraiz y la fascinación mutua por el paisaje y la luz.

Este apartado concluye con paisajes urbanos de Clemente y Jesús, que capturan la esencia y la atmósfera del día a día en la ciudad. Representan lugares de sociabilidad y ocio, y transmiten emociones y experiencias que cada artista asociaba a su propia existencia urbana.

Las flores y bodegones son géneros artísticos que trabajó con intensidad Clemente Arraiz y también interesaron a Jesús Arraiz. Estos géneros, ampliamente reconocidos en la historia del arte, les sirvieron para explorar la belleza estética de objetos y elementos naturales.

La figura humana es el elemento central y protagonista de la obra de Jesús Arraiz y, a diferencia de su padre, representa un papel muy destacado en su producción. Tras cerrar su empresa y retirarse, Jesús Arraiz inició una fase de intensa actividad artística y en su domicilio de la calle Manuel Allende de Bilbao, hasta su fallecimiento en 1980, se dedicó por completo a la pintura sobre lienzo. Creó entonces numerosos cuadros de pequeño formato, que transmiten alegría en temas muy variados, escenas infantiles y grupos.

Se presentan aquí algunos bocetos realizados por Jesús Arraiz en ubicaciones desconocidas, junto a la creación más importante que se conserva: las pinturas murales del palacio de la familia Ajuria en Vitoria, actual Ajuria-Enea.


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