Desde hace más de 30 años, la responsabilidad de la vigilancia sanitaria de las zonas de baño en Euskadi recae sobre el departamento de Salud del Gobierno vasco, más en concreto de la dirección de Salud Pública y Adicciones. Esta vigilancia se lleva a cabo a través de una recogida de muestras, que permiten controlar los parámetros obligatorios y calificar posteriormente el estado sanitario dependiendo de los resultados analíticos. Dependiendo de esa calificación de agua –excelente, buena, suficiente o insuficiente–, se recomienda o no el baño.
En el caso de Bizkaia, las primeras muestras se tomarán el 26 de mayo, antes de que el 1 de junio dé comienzo de forma oficial la temporada de playas. A partir de ese momento, se realizarán al menos una semanal en cada uno de los 36 puntos establecidos para este año –aunque a lo largo del verano podría añadirse o sustituirse alguno no previsto inicialmente por otros– y que cubren todos los arenales que existen en el territorio, desde la más occidental, la de La Arena, entre Muskiz y Abanto-Zierbena, y la más oriental, la de Arrigorri, en Ondarroa.