Durante el proceso de Parada se ha realizado un exhaustivo mantenimiento y la actualización de las instalaciones productivas, con objeto de seguir mejorando la seguridad e incorporando innovaciones para mejorar la eficiencia y reducir emisiones.
Se trata de un proceso complejo en el que han participado más de 1.200 trabajadores de 45 empresas distintas. En total, han sido necesarias más de 325.000 horas de trabajo, en las que las labores relacionadas con la metalurgia han sido las más demandadas y donde han participado simultáneamente caldereros, tuberos, soldadores, andamieros, calorifugadores, mecánicos, electricistas e instrumentistas, entre otros.
Se ha actuado en más de 300 equipos diferentes de las 13 unidades: se han inspeccionado y actualizado columnas, depósitos, hornos, chimeneas, entre otros, con el objetivo de asegurar sus óptimas condiciones de funcionamiento para el siguiente ciclo operativo.