Euskadi ha adjudicado a La Pau la parte correspondiente a Bizkaia y Álava del servicio de ambulancias no urgentes o programadas aludiendo a la fiabilidad de la compañía y su solovencia económica.
Sin embargo, el Gobierno de Imanol Pradales ha mantenido las propuestas del equipo anterior de Iñigo Urkullu aunque la propia empresa ha declarado que está en puertas de una quiebra. Además, la compañía catalana no abonó unilateralmente la paga extraordinaria de verano a su plantilla y lleva acumuladas dos docenas de sanciones de la Inspección de Trabajo.
Los sindicatos declaran que las ambulancias de emergencias y soporte vital básico se encuentran inhabilitadas por la nefasta gestión de la Pau poniendo en peligro la vida de la ciudadanía. Cuenta más el portavoz de UGT, Josu Prieto.