El Surne Bilbao Basket ofreció a su hinchada una noche con sabor a nostalgia en el histórico pabellón de La Casilla. En el escenario donde tantas batallas se han librado, Rubén Domínguez brilló como la figura indiscutible del encuentro, anotando 19 puntos en una victoria holgada frente al modesto Balkan búlgaro, con un marcador contundente de 95-55.
El equipo bilbaíno, vestido de rojo para conmemorar sus 25 años de existencia, se sumergió en el pasado con un guiño a su primera equipación. Como parte de los homenajes, Patrik Sáenz de Ugarte fue ovacionado antes del inicio, y bajo esa misma estela, otro alero, Domínguez, se erigió como el héroe de la noche, liderando a los de Jaume Ponsarnau hacia un triunfo fácil, pero necesario.
El Balkan no se comparaba en rotación ni en calidad con los locales, pero estos encuentros sirven para algo más que el resultado: son oportunidades para seguir creciendo y dar minutos a aquellos jugadores que no suelen tener tanto protagonismo en la exigente Liga Endesa. Rubén Domínguez no dejó pasar la ocasión de exhibir su talento ofensivo, en una velada marcada por un ambiente distendido y expectante, con la afición deseosa de disfrutar de buen baloncesto.
El Bilbao Basket apenas necesitó un par de zarpazos para hacerse con el control absoluto del partido. Un arranque fulminante marcó la tónica de un choque en el que siempre mantuvieron la ventaja por encima de la decena de puntos. Al descanso, el marcador ya reflejaba un resultado abultado, con los triples, los robos de balón y momentos de defensa férrea como sus principales armas.
Pero lo mejor quedaba reservado para el tramo final, el equipo bilbaíno cerró el partido con un arrollador parcial de 33-9 en el último periodo. Todos tuvieron minutos en cancha, y las sensaciones no podían ser más positivas de cara al reto del próximo domingo, cuando recibirán al Real Madrid en Miribilla. Esa, sin duda, será una película completamente diferente.