El viernes pasado en el programa Bilbosport ya lo advertía nuestro colaborador José Manuel Simón: «Nos enfrentamos al Real Madrid más vulnerable en años». Y el Surne Bilbao Basket no desaprovechó la oportunidad. Este domingo, Miribilla fue testigo de una épica victoria de los hombres de negro, que derrotaron al gigante blanco por 83-79 en un encuentro repleto de intensidad, recursos ofensivos y un trabajo defensivo impecable.
Salieron los de Ponsarnau a la cancha con una convicción inquebrantable, liderados por un Kristian Kullamae inspirado que guio a su equipo en los momentos más decisivos. Pero el triunfo no fue solo mérito del estonio, sino de un grupo que funcionó como una maquinaria bien engrasada. En cada posesión, en cada defensa, los locales supieron sufrir y mantener la compostura, especialmente cuando el Real Madrid intentó su arremetida en un tercer cuarto de calidad, marca de la casa.
El arranque de la temporada para los de Jaume Ponsarnau es esperanzador. Con solo una derrota en seis partidos oficiales el ambiente en Miribilla es de optimismo. La hinchada, la fiel marea negra, llenó el pabellón con la energía de quien confía en un proyecto que recién empieza, pero ya muestra señales de grandeza.
Trabajo e inspiración
El Real Madrid, en plena transformación, tiene un quinteto titular de grandes quilates, pero la propuesta de Chus Mateo no acabó de cuajar y de eso se aprovechó un Bilbao Basket implicado e inspirado. El encuentro comenzó con dominio blanco, pero fue la entrada de Hlinason lo que cambió la dinámica del choque.
El tercer cuarto parecía el momento idóneo para la reacción del Real Madrid, y aunque lograron acercarse, liderados por Gabriel Deck, los hombres de negro no se vinieron abajo. Cada acometida blanca fue respondida con sangre fría por los nuestros, y pese a que los visitantes llegaron a poner el 60-59 al final del tercer periodo, los locales recuperaron el pulso al inicio del último cuarto gracias a De Ridder, que con un 4-0 volvió a dar aire a su equipo.
El desenlace fue un thriller digno de Miribilla. Con una ventaja de ocho puntos el Bilbao parecía tener el partido encarrilado, pero Deck con un triple y un contraataque devolvieron el miedo a la grada (78-77). Los tiros libres de Marvin Jones y De Ridder, junto a un rebote crucial en los últimos instantes, sellaron una victoria justa, que confirma que este Bilbao Basket no tiene miedo de mirar a los ojos a los grandes.
El 83-79 final desató la locura en Miribilla. El Bilbao Basket no solo derrotó al Real Madrid, sino que dejó claro que este equipo tiene mucho que decir esta temporada.
