Este jueves, el Athletic Club se enfrentó a un rival de renombre en La Catedral: el Slavia de Praga, líder de la liga checa y con solo una derrota en sus últimos 17 partidos. A pesar de su buen momento, los rojiblancos comenzaron el encuentro algo desorientados, dejando que el equipo visitante dominara los primeros minutos. Aunque el Slavia mostró su calidad y tuvo varias oportunidades, el portero Agirrezabala se lució con paradas clave para mantener la portería a cero.
A medida que avanzaba el primer tiempo, los leones empezaron a encontrar su ritmo gracias a Nico Williams. Aunque al principio se le anuló un penalti por una falta previa, no tardó en hacerse notar al marcar el único gol del partido con un disparo que desvió a la red. Con este tanto, el Athletic se fue al descanso con una ventaja que reflejaba un cambio en la dinámica del juego, ya que Agirrezabala continuó siendo fundamental al detener varios intentos del Slavia.
En la segunda mitad los rojiblancos tuvieron que lidiar con Chorý, un delantero imponente de dos metros que representaba una amenaza constante. Agirrezabala siguió brillando bajo los palos, haciendo paradas cruciales para mantener la ventaja. Mientras tanto, Iñaki Williams también estuvo cerca de aumentar la cuenta, pero no logró concretar sus oportunidades. Al final, el Athletic logró llevarse la victoria y dejó atrás al Slavia con su segunda derrota de la temporada.
Con un empate y dos victorias, el Athletic se coloca en la octava posición de la tabla, la última posición que otorga el pase directo a octavos.
