Balance positivo del primer año de andadura de El Bosque de Oma desde su reapertura, confirmándose como un referente cultural en Euskadi, gracias, entre otros, al compromiso de la Diputación Foral de Bizkaia, con la conservación y sostenibilidad en la gestión de este espacio.
Al cumplirse un año desde la reapertura de la obra de Agustín Ibarrola, el balance es muy positivo en términos de visitantes y nuevas iniciativas tecnológicas, con casi 74.000 personas que se han acercado para conocer este enclave y nuevas herramientas como su propia app. En este sentido, la Institución Foral ha realizado la puesta en marcha de un modelo sostenible tanto en diseño como en gestión. Así, se ha hecho uso de materiales autóctonos, se realizan tareas de mantenimiento sostenibles y en todo momento se respetan las especies del Bosque. Al mismo tiempo se ha implantado un modelo de visitas sostenible donde se controlan los aforos a través de un sistema de reserva previa online.
Traslado del Bosque de Oma
El traslado de El Bosque de Oma a una nueva ubicación, impulsado por la Diputación Foral de Bizkaia, ha sido una tarea compleja que ha contado con un equipo multidisciplinar liderado por Fernando Bazeta, profesor de la UPV/EHU, junto a expertos en arte contemporáneo y restauración, además de un equipo de forestales de Basalan. Este proyecto no solo ha permitido preservar la integridad artística de la obra de Agustín Ibarrola, sino también mejorar en sostenibilidad, ampliando los espacios expositivos y recuperando conjuntos perdidos.