El Athletic Club demostró su garra y determinación al remontar un partido complicado contra el Ludogorets, logrando una victoria que los mantiene invictos en la Europa League. El encuentro comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas del temporal DANA en Valencia. Los leones no parecían estar en su mejor forma al inicio del partido. A pesar de las dificultades que presentaba el terreno de juego y un planteamiento local sorpresivo, Nico Williams se convirtió rápidamente en una pesadilla para la defensa rival con sus rápidas incursiones por la banda izquierda. Sin embargo, fue su hermano Iñaki quien estuvo a punto de abrir el marcador, aunque el primer golpe llegó del lado búlgaro.
Sorpresa del Ludogorets
El Ludogorets sorprendió a todos al marcar primero gracias a Erick Marcus, quien aprovechó un rebote tras un córner para enviar un potente disparo al fondo de la red. Aunque inicialmente el gol fue anulado por fuera de juego, el VAR lo validó y dejó a los rojiblancos con la necesidad de reaccionar. A partir de ese momento, el Athletic intensificó su presión, pero las oportunidades seguían sin concretarse. En la primera parte, los leones se salvaron de irse al descanso con un marcador más adverso tras un contraataque fallido del equipo local.
La segunda mitad trajo consigo cambios estratégicos por parte de Ernesto Valverde, quien introdujo a Vesga, De Marcos y Nico Serrano en busca de revitalizar al equipo. Y funcionó: Iñaki Williams empató rápidamente con una jugada individual brillante y, solo un minuto después, Nico Serrano selló la remontada con un potente disparo que dejó sin opciones al portero rival. Con el 1-2 en el marcador, el Athletic mostró su confianza y control del juego ante un Ludogorets que intentaba reaccionar sin éxito. Así, los leones sumaron tres puntos valiosos que los mantienen en lo alto de la clasificación europea, demostrando una vez más su espíritu combativo y su capacidad para superar adversidades.